El coronavirus está en el aire: actuemos en consecuencia

May 19 , 2021

El coronavirus está en el aire: actuemos en consecuencia

La forma de contagio principal del covid-19, denominada transmisión aérea, se produce mediante los aerosoles, partículas microscópicas que expulsamos al respirar, hablar o toser y que flotan cargadas de virus en lugares cerrados sin ventilar en los que alguien está infectado

En interiores no ventilados el virus puede contagiarse aunque mantengamos la distancia interpersonal. Llevar la mascarilla es imprescindible en esos casos para evitar el contagio.

Las mascarillas son junto a la distancia y la buena ventilación son medidas clave para evitar infecciones.

Nos las podemos quitar en interiores para realizar el consumo pero seamos estrictos, busquemos la mejor ventilación y aforo limitado, así como el uso de la mascarilla siempre que sea posible. 

Y recuerde adherirla bien a la cara y utilizar las mascarillas según las normas del fabricante.

El Santo Grial de una vacuna es conseguir inmunidad esterilizante. Cortar de tal manera la transmisión de un patógeno que pueda erradicar la enfermedad que produce. Las actuales vacunas aprobadas en el mundo no han sido diseñadas así. Pero 

son capaces de frenar la transmisión del coronavirus con una efectividad del 90%. Con o sin síntomas. 

En las reuniones y reencuentros con familiares y amigos:

#momentosunicos
#momentosespeciales
#momentosenfamilia
#episcan
#mascarillashomologadas
#hechasencanarias

 

Otras medidas

Al volcar nuestra esperanza en las vacunas, olvidamos que podríamos atajar la pandemia antes de lograr la ansiada inmunidad de rebaño. Para ello, además de mejorar el sistema de diagnóstico, debemos cambiar el paradigma que ha impregnado las estrategias contra la covid-19.

Esto implica asumir que, como el amor de la canción Love is in the air, el nuevo coronavirus también flota en el ambiente. Por ese motivo, debemos ampliar el eje de las medidas —desinfección de superficies y distancia física estándar— para vertebrar esfuerzos en ventilar los interiores y el uso de mascarilla.

Taiwán, que con 23,6 millones de habitantes no registró una sola infección doméstica de abril a diciembre, es un ejemplo de que la pandemia se puede abordar desde otra perspectiva. ¿Su secreto? Primero, un ejemplar sistema de diagnóstico y rastreo de contactos.
Pero más trascendente aún fue que, gracias a la experiencia de los países de Asia Oriental con pandemias previas por otros coronavirus que no llegaron a Europa —el SARS, en 2003 y el MERS, en 2012—, entendieron pronto que el nuevo virus también se podía contagiar por el aire y generalizaron el uso de mascarillas tanto en interior como en exterior.

 

FUENTE AGENCIA SYNC: ARTICULO ORIGINAL